02 diciembre 2013

El Gozo de Escribir

Cuando tenía 20 o 21 años, mi tía Marisa se compró un libro que se llamaba "El gozo de Escribir" de Natalie Goldberg.
No recuerdo donde estaba exactamente cuando me lo leí, pero por algún motivo, lo tengo asociado a Vadocondes. Lo mismo estaba allí, efectivamente, aunque por la edad lo dudo bastante. A los 20 años, al pueblo me tenían que llevar atada y amordazada. (Ahora mismo, con amenazas y coacciones es suficiente)

El caso, es que, recuerdo perfectamente la sensación que me produjo. El ánimo a ponerme a escribir y permitirme a mí misma garabatear las peores porquerías que me salieran, ignorando al Pepito Grillo que llevamos dentro.

Hace ya tiempo que tenía la escritura totalmente abandonada. Ni blogs, ni libretas, ni proyectos, ni nada de nada. Me había (vuelto a) dejado vencer por la vaguería del día a día.
El caso es que cada cierto tiempo alguien me decía "Y el blog, que tal?", y yo, parafraseando a Gomaespuma, me ponía a silbar "El Puente sobre el Río Kwai"

Hace como un mes, vino a casa Da.
Últimamente, desde que nos hemos mudado, y ya no vivimos en Madrid, y nos hemos venido a una Urba de un pueblo de la periferia, Da viene mucho más a vernos.
Osea, nuestro (ex)barrio no es que fuera precisamente el mejor barrio de Madrid, vale. Pero, coño, tampoco es que fuera el más marginal...
Vale, a dos calles de mi (ex) casa rodaron un episodio de Callejeros.
Vale, existe la posibilidad de que algunos de los "petardos" que se escucharan desde mi ventana fueran en realidad disparos (Es una teoría, defendida fundamentalmente por Chu)
Vale, debajo de mi ventana había una Iglesia Evangélica Gitana, que nos tenía bastante fritos con su fervor y sus cantos.
De acuerdo, estadísticamente era bastante posible cruzarte con un drogadicto en el portal o en el ascensor.
Y si, a Chu, le abrieron el coche 9 veces en un año...
Pero tampoco era un barrio tan conflictivo y marginal.... o... bueno....
El caso, es que en nuestra (ex)casa, Da venía a vernos una media de una vez al año. Un media revisada al alza....Y desde que nos hemos mudado, viene cada mes o mes y medio. Se ve que le gustan más los pueblos de la periferia.

Bueno, a lo que iba, que me voy del tema: Hace como un mes, vino a casa Da. Y estuvimos charlando, entre otras cosas sobre triunfar en la vida laboral y en la personal.
Da es superfeliz en su vida laboral. Trabaja de lo que le gusta. Y no es millonario, pero vivir de tocar la guitarra le hace feliz. Sin embargo, le falta todavía el tema referente a la vida personal.
En contraposición, yo tengo a un Chu, y dos pequeñas duendecillas que completan (hasta el 150%) mi vida personal. Y me encanta. Pero mi vida laboral es bastante truño, para qué nos vamos a engañar.
Soy teleoperadora, con eso queda dicho todo. Es que... No. Soy TELEOPERADORA. Es lo más bajo entre lo más bajo. Personalmente, tengo cualidades que me hacen disfrutar más de la teleoperancia que de la prostitución o el fregado de váteres, pero yo creo que en fama social están ahí ahí...
En aquella conversación, Da me dijo que me imaginara triunfando en mi vida laboral. Dudé un rato. No podía imaginármelo, porque no sabía qué tipo de trabajo sería un triunfo. Trabajar de socióloga?
Y lo vi. Escribir. Escribir informalmente, o hacerlo para una investigación. Escribir en papel o en ordenador. O en una servilleta. O en la parte de atrás del mantelcillo del Vips.
Pero el trabajo con el que triunfaría sería ser escritora.

Así que aquí estoy de nuevo. Quiero escribir todos los días. En el blog, en una libreta. En una servilleta. En la parte de atrás del mantelcillo del Vips.
Y le he pedido a Marisa de nuevo "El Gozo de Escribir", para que me de ánimos.Que me van a hacer falta.





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